Entiendo que para muchas y muchos el título que he escogido para este blog sea como poco, confuso. «La filosofía provocativa».
Nos iremos expresando poco a poco para intentar aclarar el sentido cierto de este título…
Continuando con la reflexión anterior y partiendo de lo que el diccionario de la RAE nos dice sobre el significado del término «provocativa»,
Del lat. provocatīvus.
1. adj. Que provoca (‖ irrita).
2. adj. Que provoca (‖ excita).
Real Academia Española ©
nos parece oportuno quedarnos con la segunda acepción, «que provoca» en el sentido de «que excita».
La filosofía encuentra su verdadero sentido cuando es capaz de «excitar» la razón del ser humano para que genere pensamiento. Excitar o, mejor, estimular el pensamiento sería una buena comprensión del término «provocativa».
La filosofía surge cuando algunos seres humanos se dejan provocar, excitar, estimular por su entorno, transformando la provocación en preguntas y buscando las respuestas a dichas preguntas.
Éste y no otro es el sentido del título de este blog. Escribir sobre filosofía o escribir filosofía que provoque preguntas que obliguen a su vez a buscar respuestas. Es el movimiento natural (physis) de la razón (logos) humana. En aquellos o aquellas en los que no surgen preguntas no pueden existir respuestas que son pautas del pensamiento que guían luego a la acción.
La filosofía desde sus orígenes se ha colocado en el lugar de las dudas, de las preguntas, de los interrogantes. Desde aquel por el origen de la realidad (arché) hasta el planteamiento de cuestiones menos sublimes, no por ello menos importantes en la vida del ser humano.
Pensamos que así hacemos honor al pensamiento de los clásicos y seguimos su senda, cuando queremos provocar -en el sentido ya explicado de excitar, estimular- el conocimiento de la verdad y que su descubrimiento indique los mejores caminos al comportamiento humano.
La verdad es que es un buen nombre para un blog de esta temática, ya que sin provocaciones el individuo no haría filosofía
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Efectivamente, junto a la admiración y la curiosidad son elementos que mueven al pensamiento. Gracias
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